¡Bienvenidos a mi blog!

En este espacio virtual podrán conocer a la persona que se esconde detrás del personaje. Descubrirán la magia que forma parte de ese mundo de literatura fantástica y poesía que me rodea. Esa magia que es capaz de envolver nuestros corazones, y de hacernos vivir las más grandes aventuras.

martes, 28 de octubre de 2008

HDAE - ¡FELIZ 2do. ANIVERSARIO!


Gracias a todos los que hicieron que este sueño se hiciera realidad!!!. En especial, a Caemul, a Lainiel, a Marianela Giola y a Katia Gonzalez por todo el aguante!!!. Dedicado a mis dos hijos, al amor de mi vida: mi adorado "Ojitos Tiernos"; y a la memoria de Hernán Cellura, mi hermano del corazón (1976-2006).

miércoles, 15 de octubre de 2008

UN DÍA DE LLUVIA EN LA CIUDAD

Todos se preguntarán qué tiene de noticia o de particular un día de lluvia en la ciudad. Que llueva no es noticia, es cierto. Pero... ¿cuántas personas se han detenido a ver o a contemplar lo que sucede en la ciudad en un día de lluvia?. La primera cosa que en lo personal tengo para destacar son las veredas con las baldosas sueltas. Es terriblemente tedioso ir apurados hacia nuestros lugares de trabajo y tener la mala suerte de pisar justo esa baldosa suelta que tiene debajo acumulada una generosa cantidad de agua sucia que termina muy casualmente sobre nuestras vestimentas. En ese mismo instante, es casi inevitable que se nos escape algún tipo de improperio o que dejemos escapar un bufido.

Mirando con ojos un poco más agudos, nos encontramos con la eterna disputa por los techitos o salientes de los edificios que le sirven a muchos de los que olvidan o deciden no cargar con paraguas para protegerse de la lluvia. ¿Por qué hablo de disputa?, muchos se estarán preguntando eso. Hablo de disputa pues muchos de los que sí cargan con su paraguas, algunos incluso con paraguas que por sus tamaños semejan casi una sombrilla playera, viene caminado con sus paraguas abiertos por debajo de esos techitos o salientes impidiendo que quienes no llevan ningún tipo de protección puedan hacerlo. ¿No sería más lógico y menos egoista de nuestra parte permitir el paso por debajo de los techitos y/o salientes a aquellas personas que no traen paraguas?.

Otra cosa que nos perturba a todos, y en demasía, es que la ciudad termine inundada porque las boca calles o bocas de tormenta no alzancan a aliviar los torrentes de agua que se acumulan junto a los cordones y uno pareciera necesitar una canoa para cruzar de un lado al otro de la calle. Es es esos momentos cruciales donde uno empieza a protestar contra el jefe de gobierno de turno por no hacer lo suficiente para que la ciudad no termine bajo el agua. Ahora me pregunto... ¿alguna vez alguno de todos nosotros se detuvo a mirar la enorme cantidad de basura de todo tipo, tamaño y color que sacan las máquinas y los hombres que trabajan para el gobierno de la ciudad de esas boca calles?. Si los desagues no estuvieran taponados por la mugre que nosotros mismos generamos y arrojamos a la calle en vez de usar de manera correcta los cestos de basura, entonces la ciudad se inundaría menos.

Creo que estas tres cosas, entre muchas otras que se me pueden estar pasando por alto, son cosas que nos han alterado el humor a más de uno de los que habitamos, o simplemente venimos a trabajar a la ciudad en un día de lluvia. Si todos pusieramos algo de voluntad, en vez de limitarnos a solo protestar, quizá podríamos disfrutar de la lluvia en la ciudad en lugar de sentirla como una terrible incomodidad.